domingo, 14 de febrero de 2016

EL PLACER DE SOÑAR CADA DÍA


Por: Amoratados. 
El soñar es el acto más puro de la conciencia, en donde se unen  el subconsciente y consciente para hacer la danza más bella en imágenes y otras veces contar las historias más crueles.
Hay personas que nunca han soñado mientras que otras dicen soñar despiertas, como si se desconectaran de su realidad  y vivieran en un mundo de fantasía, añoranza, felicidad, deseo o ambición.
Ya lo dijera uno de los grandes psicoanalistas de la historia, Sigmund Freud, soñar despierto es la manifestación nata de los instintos reprimidos de toda persona. Asimismo es la necesidad innata de jugar, crear, imaginar  y recrear nuestro entorno; algo que hicimos constantemente de niños, pero que al crecer, muchos renunciamos al placer de jugar porque así lo indicaba la sociedad.
 
¿Cuáles son tus sueños?
Los años que integran una vida no son suficientes  para esperar a que las cosas pasen, por lo que nuestro objetivo debe ser acumular todas las experiencias necesarias que nos impulsen a seguir soñando por medio de metas y objetivos. No olvidemos que los sueños nos motivan a seguir caminando hacia la dirección de la transformación física, económica, social, cultural y espiritualmente.
Lamentable, en la  actualidad hay personas que se conforman  con una vida mediocre e infeliz, aquellas que en un momento de decepción perdieron el coraje de perseguir sus sueños. Lo peor se manifiesta cuando las nuevas generaciones no sueñan sino que caminan en una estado vegetativo, en donde no conocen  el verdadero sentido de soñar, por lo tanto no tienen metas, lo que los hace estar a la deriva, esperando a que las cosas pasen por sí solas.
Tal y como lo dijo (Moore, 1997) Los sueños  son la forma  más pura de encantamiento. En ellos  nos encontramos  a nosotros mismos cautivados por  personajes, locales,  sucesos,  humores, episodios mágicos y  terrores. A medida que despertamos   de un sueño tenemos  la impresión de que hemos sido hechizados y que con el  despertar volvemos al mundo cotidiano.”
Desde luego que la mayoría de las personas desea salir corriendo de una realidad monótona y aburrida, sobre todo cuando ya se nos olvidó que el final más hermoso de un sueño es verlo hecho realidad. Porque sin duda los sueños permiten acercarnos a nuestro inconsciente, el cual  se construye de imágenes, pensamientos   e ideas creativas que surgen de la acumulación de las experiencias.
¿Cuándo dejaste de soñar? ¿Quién te robó tus sueños?
Desde luego que soñar debe ser placentero sobre todo cuando las personas entienden que los sueños se relacionan  con las experiencias diarias, como si se trataran de una guía que brinda una comprensión de la vida real.
He conocido a muchas personas que abandonan sus sueños por el miedo a equivocarse, desde luego que esto se refleja porque en algún momento dejaron de jugar y  divertirse a creer en sí  mismas. La realidad es que nadie puede robar tus sueños, porque soñar no es otra cosa que la manifestación del alma que pide sentirse plena cada día.
Volver a soñar significa que “el alma encuentra su hogar en aquel lugar tan profundo, pero para la conciencia éste a menudo resulta demasiado  oscuro y tenebroso. Nos sentimos tentados  a iluminar  los rincones con la luz de la comprensión, pero también podemos  tratar  nuestros sueños como altares iniciáticos, donde las actitudes pueden ser profundizadas  y las perspectivas empleadas.” (Moore, 1997)
¿Qué esperas para hacer realidad tus sueños? ¿Por qué te resistes a soñar en la realidad?
No importa cual sea tu sueño, siempre y cuando vaya por el camino del amor, porque el poder de este es la magnitud de la manifestación de tu alma que quiere cumplir su única misión, la de ser feliz. Cuando te instalas en la añoranza y decepción personal, te sentirás tentado a aceptar la vida tal y como se nos presenta, mientras que ir por tus sueños te hace libre,  comprendes que no existe nada sin la poesía del amor y que  todo tiene una razón profunda del ser.
No olvides que “los sueños  a menudo ofrecen  un excelente  modelo para la vida  del alma, que no depende de nuestras elecciones y experiencias.” (Moore, 1997) Esto de otra forma se entiende que, al ir por tus sueños, haces realidad la insinuación del misterio de tu interior.
¿Qué tan dispuesto estás en  compartir tus sueños con tus seres queridos? ¿Quiénes pueden ayudarte a realizar tus sueños? ¿Qué acciones harás para realizar tus sueños?
En conclusión atrévete hacer realidad tus sueños, quizá te ofrezcan el camino hacia otro nivel espiritual y físico, un sueño hecho realidad es la satisfacción de una búsqueda racional del amor, pero mucho más placentero y gratificante que hacer las cosas por agradar a los demás.
Recuerda lo que dice (Moore, 1997) “los sueños nos enseñan que el  encanto es un estado del ser, y no un mensaje. Nos muestra que podemos vivir  en diferentes niveles y que podemos retirarnos por completo del reino donde la vida se desarrolla”. Por último sólo me queda invitarte a sentir el placer de soñar cada día.

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